Descripción
Los funambulistas son equilibristas en el precipicio. Arriesgan la vida caminando sobre un hilo, una débil línea donde mantenerse firme es imposible. Los funambulistas no son actores, no representan, sino que reviven lo que en esencia es su vida fuera
del alambre. Todos somos funambulistas, aunque unos más que otros, lo sepamos o no, vivimos en la
cuerda floja. Ellos nos quieren decir eso. Sus efímeros paseos son tan efímeros como su vida entera. La vida pendiente de un hilo y del equilibrio de la carga. No veas nunca al funambulista si no ves debajo de él el precipicio y el juego de equilibrio con su carga como una lucha contra la muerte. Si no ¿dónde estaría la gracia? Un héroe kafkiano que busca la belleza en un arrebato extremo de desesperación y locura.
Pieza de «Pico Pao» taller con una larga trayectoria artesanal cuya historia comienza en 1979 en Lubián, un pequeño pueblo de España escondido en las montañas fronterizas con Portugal. En la comarca vecina de Tras os Montes (detrás de las montañas), al pájaro carpintero lo llaman Pico Pao (pico de madera). El canto de este hermoso pájaro verde suena como el relincho de un caballo y los golpes de su pico sobre los árboles se oyen en el valle confundidos con los martillos de los carpinteros golpeando las maderas de los tejados. Desde un taller en Zamora, los hermanos Bermejo han llevado sus pasatiempos ancestrales hasta el MOMA de Nueva York y el British Museum de Londres. En plena era de videojuegos y sobredosis virtual, las piezas artesanales de Pico Pao divierten a medio mundo.
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